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November 20, 2014.<br />
Una mujer maya camina al lado de una maquina abandonada por la empresa española Ecoener, en Santa Cruz de Barillas (Guatemala).<br />
  La llegada de algunas compañías extranjeras a América Latina ha provocado abusos a los derechos de las poblaciones indígenas y represión a su defensa del medio ambiente. En Santa Cruz de Barillas, Guatemala, el proyecto de la hidroeléctrica española Ecoener ha desatado crímenes, violentos disturbios, la declaración del estado de sitio por parte del ejército y la encarcelación de una decena de activistas contrarios a los planes de la empresa. Un grupo de indígenas mayas, en su mayoría mujeres, mantiene cortado un camino y ha instalado un campamento de resistencia para que las máquinas de la empresa no puedan entrar a trabajar. La persecución ha provocado además que algunos ecologistas, con órdenes de busca y captura, hayan tenido que esconderse durante meses en la selva guatemalteca.<br />
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En Cobán, también en Guatemala, la hidroeléctrica Renace se ha instalado con amenazas a la población y falsas promesas de desarrollo para la zona. Como en Santa Cruz de Barillas, el proyecto ha dividido y provocado enfrentamientos entre la población. La empresa ha cortado el acceso al río para miles de personas y no ha respetado la estrecha relación de los indígenas mayas con la naturaleza. © Calamar2/Pedro ARMESTRE<br />
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The arrival of some foreign companies to Latin America has provoked abuses of the rights of indigenous peoples and repression of their defense of the environment. In Santa Cruz de Barillas, Guatemala, the project of the Spanish hydroelectric Ecoener has caused murders, violent riots, the declaration of a state of siege by the army and the imprisonment of a dozen activists opposed to the project . <br />
A group of Mayan Indians, mostly women, has cut a path and has installed a resistance camp to prevent the enter of the company’s machines. The prosecution has also provoked that some ecologists, with order
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