El ganadero Antonio Veredilla y su hijo Antonio han sufrido fuertemente los efectos del temporal Filomena que ha derrumbado varios establos de su explotación ganadera y otros los ha dejado maltrechos. Sus chotos han sufrido distintos daños y algunos de ellos se encuentran aun en establos donde el peso de la nevada ha doblado sus techumbres con riesgo de derrumbe.